Iglesia Adventista de Barcelona tiene 67 años y está “paradita”
18.07.2012 05:25 AM El pastor Luis Ernesto Páriva tiene cinco años al frente de la congregación y contó que todos los sábados reciben a casi 400 personas que se unen a “aceptar a Dios.
Barcelona.- El 14 de septiembre de 1945, la señora Rosa de Maza fue sumergida en la tumba líquida y renació en Cristo bajo la religión Adventista. Ella fue la primera persona en ser bautizada en la primera iglesia de esa corriente religiosa que se formaba en la zona norte del estado Anzoátegui.
Ese día, seis personas más recibieron el bautismo en la casa del señor Celestino Code, ubicada en la Calle Maturín de Barcelona.
Meses después, los mismos feligreses se organizaron y levantaron el templo para que los adventistas del estado Anzoátegui se acercaran a adorar a Dios. De esta manera nació la Iglesia Central Adventista de Barcelona.
El pastor Luis Ernesto Páriva tiene cinco años al frente de la congregación y contó que todos los sábados reciben a casi 400 personas que se unen a “aceptar a Dios como único creador y salvador de la humanidad y a estudiar la Biblia y los mandamientos sagrados del Señor”.
Páriva explicó que se reúnen los sábados porque, de acuerdo con la Biblia, Dios santificó el séptimo día para que sus fieles los adoraran y rindieran culto.“El séptimo día es el sábado, por eso nosotros nos reunimos ese día, porque fue el que nuestro Señor escogió”.
El día de reunión se analizan textos bíblicos y el pastor predica desde el púlpito el mensaje sagrado a los fieles.
Al lado del templo se encuentra la Unidad Educativa General Rafael Urdaneta, que recibe a niños desde educación primaria hasta diversificada.
El pastor indicó que el colegio acepta jovencitos de cualquier religión, “devotos de otros cultos pueden estudiar allí, la educación no tiene ninguna doctrina”.
Filantropía
Páriva señaló que los seis grupos en los que se divide la Iglesia Adventista realizan labores benéficas en comunidades y centros de salud del estado Anzoátegui.
“Reunimos fondos para llevar comida a sectores de bajos recursos. También recolectamos juguetes para llevarlos a los niños enfermos, siempre tratamos de regalar un mensaje de esperanza y de amor a los que nos rodean, esa es una de las premisas de nuestra religión”
Igualmente, a través de la “Agencia Adventista para el Desarrollo y los Recursos Asistenciales”, anualmente colectan fondos para asistir a zonas necesitadas.
Pese a los casi 67 años que tiene la sede de la Iglesia adventista, su estructura está bien conservada. Se mantiene con el diezmo que ofrecen los asistentes. Pero Páriva indicó que necesitan arreglar del techo de acerolit.
“El techado está presentando fallas, hace años que no se le hace mantenimiento y cuando llueve se filtra por algunos puntos y daña las capas de pintura. Nos vendría bien una ayuda para arreglar las goteras.”
En el servicio y con ojo pela’o
La inseguridad es otro de los problemas que sufren los adventistas que acuden a la iglesia central. Son varios los carros que se han robado mientras se encuentran estacionados en la calle cuando sus dueños están en los servicios religiosos.
“Tenemos mucho miedo de que roben cuando nos encontramos adentro. Siempre estamos muy pendientes de todo y hemos tenido que reforzar las cornetas y los equipos electrónicos que hay en el santuario, para evitar que se los lleven.”
Colaboración
Los adventistas del séptimo día se organizan para llevar charlas acerca de temas de actualidad a jóvenes y niños en escuelas de la zona norte.
Fuente: EL TIEMPO . COM. PE
Fuente: EL TIEMPO . COM. PE
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